sábado, 18 de abril de 2009

Vengo del futuro...


Vengo del futuro, pero me he dejado la combinación de los Euromillones en casa...

...para traerte algo mejor. Este era el slogan de un mítico anuncio de televisión en el que una flipada venía del futuro con un bote de detergente para solucionar todos los males del mundo. En una no menos mítica viñeta de Ortega y Pacheco, se nos desvelaba que dentro de 1000 años, los condenados a trabajos forzados por actividades ilícitas dentro de la república eran teletransportados a los primeros años del siglo XXI a entregar botes de detergente mágico a los terrícolas.

Esto viene a cuento porque hoy he estado hablando con el Wau de cómo las casualidades forjan la vida de las personas. Un hecho, un acto, una omisión, y tu vida es diferente para siempre. Todo a venido a colación de la famosa foto revival que colgué en el facebook esta semana. Resulta que en 1998 aún no conocía al Wau (quedaban dos años todavía) pero coincidíamos algunos sábados en el Nepal sin nosotros ser conscientes de ello. Y de hecho hablábamos de qué hubiese pasado si en un momento de alegría desbocada me hubiese tirado la copa, y yo con mi carácter explosivo lo hubiese mandado a la mierda en menos que tarda Severina en quitarse la ropa... Nos hemos echado unas buenas risas pensando en que si justo en ese momento de tensión hubiese aparecido la tipa del Neutrex Futura a decirnos que venía del futuro y que 10 años después estaríamos los dos roncando en un futón en el suelo de una vivienda en el 511 de Crescent Court, Pleasant Hill, California. En fin, que no se lo hubiese creído nadie. Y sin embargo, fue una realidad, constatada 10 años después.

Y es que aunque parezca mentira, antes del año 2000 no sabía de la existencia del Wau ni él de la mía.

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