miércoles, 15 de abril de 2009

Noches de Sarrià

No se puede ir a casa de Marco con cualquier trapito encima


Aún tengo fresco en la memoria el cortocircuito de Ana mientras se jugaba el hacer una visita a Sarrià en los bolos del WiiSports. Ella perdió la partida, pero lo que no sabía es que ya estaba decidido de antemano que iríamos a pesar de la persistente lluvia. Obvio, no se lo iba a decir, tenía que hacerle sufrir un poco.

El caso es que anoche fui a la frontera de Sarrià a ver la nueva mansión de Marco. Y sí, es glamourosa. No cabe otro calificativo a un piso que tiene un rincón para el piano. El caso es que estuvimos viendo musicales franceses: un pequeño fragmento de Les 10 commandements y el principio de Starmania.

Como es costumbre en él, me ofreció una cena deliciosa rematada por una tostada con mermelada orgánica que creo que es el primer producto orgánico que he probado. Ah, y recuerda Marco, que nunca te abandone el desodorante, jaja. Ya sabes por qué lo digo. ;-) Al final llegué pasada la 1 de la madrugada a casa, con lo cual esta mañana se me ha hecho un suplicio levantarme. Menos mal que parece que el tráfico sigue pacificado, y aquí estoy, a las 9 y poco escribiendo esta entrada y rememorando la agradable soirée de ayer.

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