La olla express

Hoy he vivido una experiencia límite. Ahora me lo tomo a risa, pero podría haber sido algo dramático. Como muchos sabréis, vivo en un primer piso y tengo un pequeño patio interior donde suelo tender, y tengo un pequeño armario trastero.

Todo aquel que tenga un patio interior sabe que es común que a los vecinos "se les caigan cosas", con mayor o menor intencionalidad. Ya se sabe que en español las cosas "se caen solas", "se rompen solas", y nadie nunca interviene en estas acciones, como si una extraña providencia hiciera suceder las cosas.

El caso es que hoy, cuando he vuelto a casa, he entrado en el patio interior para tender la ropa y me he dado cuenta de que el vidrio separador entre mi patio y el del vecino había sufrido un golpe que lo había cuarteado. Vamos, tal y como se nos quedó el cristal delantero de nuestro coche georgiano en aquella estresante tarde de "autos locos" en la autopista entre Kutaisi y Tbilisi. Menos mal que el cristal está preparado para que no estalle, sino que solo se cuartee.

Investigando un poco con los vecinos, me he enterado que a un vecino del tercero se le ha caído un objeto por la ventana de la cocina, que ha impactado en el cristal para luego caer abollado en el patio del vecino. Se le ha caído una olla express. Repito... UNA OLLA EXPRESS!!!! Como os podéis imaginar, una olla express, encima llena de objetos en su interior (aún no identificados si eran comida u otros objetos) que caiga de un tercer piso lleva la fuerza suficiente como para haber podido causar una desgracia. Por eso os decía que ahora me lo tomo a risa, pero realmente podría haber desencadenado una tragedia. Aún no paro de darle vueltas a la cabeza sobre cómo puede habérsele caído a alguien una olla express por la ventana. ¿Es que estoy viviendo en Desengaño 21 y todavía no me he enterado? Veremos ahora quién se hace cargo de la reparación. Más información sobre el desarrollo del ollagate en los próximos días.

Ensorcelée

La magia de Lorie la ha llevado a la final del WSCON 76

¿Quién lo iba a decir? Lorie ha conseguido salir de la competidísima segunda semifinal del WSCON 76, más conocido como "wiscon" para los eurofrikis de Alicante. Una vez que el SOSC implosionó, este es el concurso que nos ha servido para reunirnos de nuevo y disfrutar de la sana competición de un concurso eurovisoide.

Los países a los que representamos son: Jose a Serbia, José Ramón a Bosnia-Herzegovina, el Wau a Cabo Verde y yo voy con Francia. En la edición 76 nos hemos ido todos a Kyiv, más conocido como Kiep en el idioma de Víctor. Allí, en el Sports Palatu nos hemos batido el cobre. Jose, el Wau y yo en la segunda semifinal, y José Ramón, para variar, alejado de los demás en la tercera semifinal.

La segunda semi, la abría Jose, con Jelena Karleuša, y su canción "Još Te Volim", el Wau actuaba en penúltimo lugar con Jennifer Dias y su moderna "Control". Yo tenía el número 04, con Lorie y su "Ensorcelée". José Ramón, por su parte, aparecía en el tramo final de la semi 3 con Regina y su "Bjezi Dok Sam Mlad".

A pesar de las chanzas con las que fue recibida la canción francesa, hoy han salido los resultados, y tanto Francia como Bosnia han conseguido avanzar a la gran final en Kyiv. Bon courage Lorie !

Liderando el cambio

¿Cómo aceptar un cambio que no me beneficia?

Acabo de salir de una intensa formación de cómo liderar el cambio. Es una de esas formaciones en las que hay mucha literatura y una teoría interesantísima. Y de esas en que los participantes enseguida consiguen proponer ideas que suenan a grande, pero de tal difícil aplicación que uno se pregunta si el objetivo de la formación se cumple.

Si pensamos en el objetivo como extender la formación teórica, o implicar a los participantes en sesiones de tormenta de ideas reflexionando sobre un objetivo que es casi inalcanzable, como el fin del hambre en el mundo, o el entendimiento entre naciones, pues esto se consigue. Ahora, si el objetivo es que realmente uno pueda afrontar los procesos de cambio aplicando a cada momento la teoría, o bien es casi imposible, o bien yo no valgo para eso. No descarto que sea esto último la causa.

Precisamente a mi alrededor, hay personas muy queridas para mí que están afrontando duros procesos de cambio. A veces pienso que debería ser analítico y aplicar  lo que he aprendido en estas formaciones a lo largo de mi vida, pero es tan difícil... Cuando uno se enfrenta a un tema tan duro, y desafortunadamente tan extendido hoy en día, como es perder el empleo, no hay modelos teóricos ni análisis de comportamiento que puedan levantar ese ánimo.

Así que dejaré la teoría a un lado y hablaré con el corazón. Mucho ánimo para estos duros momentos que se vienen encima. Se os quiere... siempre!

På väg

Es una visita que tenía pendiente desde hace mucho, pero sobretodo me quedé con las ganas en Navidad. Se trata de una visita al cementerio de Alicante. Hace algún tiempo, la visita se limitaba a visitar a mi abuelo, que fallecido en el año 80, me parecía que siempre había sido así.

Pero los años pasan, y la vida continúa, y por desgracia, esa visita al cementerio cada vez se va haciendo más larga. Ya no sólo es una persona, son varias, y ya empiezan a ser personas con las que he compartido muchos años de mi vida. No es gente de mi generación, todavía, pero ya llegará. Aunque ciertamente prefiero ser yo quien hace la visita.

Algunos pueden pensar que frivolizo con el tema, pero pienso que en el fondo hay muchas maneras de afrontarlo, y si lo hago de forma positiva siempre será mejor que de forma negativa.

El camino hoy en día es largo, pero poco a poco voy visitando a las personas que conocí, que en cierta manera influyeron en mi vida, y que algún día reencontraré en el camino. Yayo Antonio, yayo Manuel, yaya Pura, hoy os quiero dedicar esta entrada... På väg.

When the music dies

 Sabina Babayeva no tiene la culpa, y de hecho, me encantó su participación en Eurovision 2012, aunque su puntuación final fuera un tanto elevado. Ella no tiene la culpa, pero ayer es el "día que murió la música". La música americana, especifiquemos, que desde que estuve leyendo sobre el Great American Songbook, me di cuenta que son muy suyos ellos.

El día que murió la música se refiere al 3 de febrero de 1959, cuando en un accidente de aviación murieron los músicos Buddy Holly, Ritchie Valens y J.P. Richardson. Yo sólo conocía a Ritchie Valens porque es el autor de la versión más conocida de "La bamba", un hit en toda boda que se precie, sobretodo si era de finales de los 80 y principios de los 90, en los que una película que contenía una versión de dicha canción se hizo famosa entre los adolescentes y jóvenes adultos de aquella época.

El sobrenombre de "the day the music died" viene por la críptica letra de la no menos conocida canción "American Pie" de Don McLean (1972) aunque más conocida entre la juventud española de principios de los 90 por su versión bakala incluida en el hit "Maquina total 90", y entre las generaciones más jóvenes por la versión que hizo Madonna en 2000. Esta es la típica canción que, en España y al menos en Alicante, todo el mundo canta sin tener ni idea de lo que dice. Pero,  ¿quién puede resistirse a cantarla? Yo no, ciertamente. Lo que me consuela es que leyendo la entrada de la Wikipedia al respecto, se confiesa que la letra es tan críptica que aquellos que entienden el lenguaje inglés, tampoco consiguen descifrar el significado de una canción en la que probablemente el 90% de su letra hace referencia a vivencias y momentos de la vida del autor, si ya indescifrables para sus compatriotas, no digamos para otras audiencias menos familiares con la historia americana.

Pero sí, "American Pie" es un mito.