jueves, 8 de diciembre de 2016

Días especiales

La Navidad ya de por sí es una época especial, llena de recuerdos. Según en la etapa vital en que te encuentres, pueden ser buenos, malos, nostálgicos, esperanzadores... De alguna manera todo el mundo considera la Navidad como una época especial. A pesar de todo, a mí aún me sigue gustando. Debo disfrutar de este sentimiento mientras dure.

Desde que recuerde, el 8 de diciembre ha marcado el inicio de la Navidad en casa. Era el día de decorar la casa, de poner el árbol y el belén, de dar una vuelta por las tiendas para ir preparando los regalos, y por supuesto, era el día en que mi abuela Pura cumplía años. Hoy hubiera cumplido 97 y seguro que hubiera sido una fiesta. Aunque en los últimos años de su vida ya no se hacían las celebraciones de antaño, por motivos varios, pero seguro que de haberlo celebrado hoy, todo sería distinto. Han cambiado mucho las cosas en la familia y aunque hace unos años todo parecía perdido, hoy ya parece todo mucho más en orden.

En 2016 ya no tenemos esa fiesta, aunque intentaré seguir las tradiciones que pueda, porque yo soy muy tradicional. :)

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Equilibrios


Desde septiembre de este año estoy viviendo en un constante estado de equilibrios inestables. A veces hay noticias buenas o muy buenas, y a veces hay momentos en los que todo parece saltar por los aires. Debo aprender a gestionar este equilibrio inestable, y no dejar que los golpes de viento me arrojen fuera de mi camino.

Hoy he tenido un nuevo ejemplo de equilibrios. Es curioso cómo mi estado de ánimo va variando tan rápidamente a lo largo del día. Yo ya era de por sí una persona con unos cambios de humor bastante acusados. Si no fuera por lo grave de mi autoacusación, siempre me he dicho que era bipolar. Y todo eso con un mínimo input exterior. Ahora que tengo vientos huracanados que me llevan de un lado a otro, tengo que cogerme con fuerza.

Hoy ha sido un día de montaña rusa emocional. He llegado al trabajo contento, luego me han tocado els pebrots con el proyecto, luego en la comida me han subido la moral y ahora me encuentro en terreno medio. Espero que hoy pueda desconectar de nuevo y aprovechar la semana-margarita para descansar un poco antes de la locura de la semana que viene.





martes, 6 de diciembre de 2016

Pensamientos

Aunque el tiempo pase, del blog no me olvido. Nadie lo diría, ¿verdad? Hace casi cuatro años que no publico nada, pero como siempre que se acerca el final del año y el principio del año siguiente, mis resoluciones de año nuevo me dicen que tengo que reavivarlo de nuevo. Y esta vez lo pienso hacer.

¿Qué ha cambiado? Mis límites. Hace poco me dijeron que tenía que poner mis propios límites, que nadie los pondría por mí. Y es, probablemente, uno de los mejores consejos que me han dado últimamente. A partir de ahora, tengo la necesidad de que debo controlar de nuevo mi vida. Que debo potenciar los aspectos positivos de la misma - mi pareja, mi familia, mi casa, mis amigos- y dejar de lado los negativos o intentar modificar o influir en ellos para que me reporten felicidad.

Debo recuperar lo que me apasiona y lo que me motiva. Debo encontrar de nuevo mi rumbo, después de varios años perdido en lo que a cumplimiento de satisfacciones personales se refiere.

No sé si conseguiré recuperar el ritmo que el blog tenía allá por 2008 y 2009 cuando publicaba con mucha asiduidad, pero al menos lo intentaré.