sábado, 16 de enero de 2010

Fire burning


Somebody call 911, there's fire burning on the dancefloor (o viva la deescordinación de pasos de baile)


Intentaré hacerlo como si fuera una tarjetita del mítico "Un, dos, tres..."

El fuego ha sido un elemento importante en todas las culturas del mundo. Muchas cosas le hacen referencia, sobre todo canciones, como por ejemplo Fire burning de Sean Kingston, que no sólo participa en las semifinales del DKSC 2010, sino que fue la canción escogida para el número de apertura de Miss Universo 2009. Y hasta aquí puedo leer.

Y hasta aquí puedo leer

Pero a la belleza del fuego se le puede unir la tragedia, como la que me ha sobrevenido hoy al hacer la comida y quemarme la mano y el pie con aceite hirviendo que saltó de la sartén al dejar caer unos nuggets de mala manera.

¿Sigo leyendo?

Pero queremos quedarnos con lo bello del fuego, y por eso, me ha correspondido un espectacular premio que recogí por primera vez anoche en el Bacon Bar. ;-) Y de esto sí que no pienso hablar nada más... de momento.

P.S: Algunos aducen que el causante de que ganase el premio anoche fue San Pablo ermitaño.

jueves, 14 de enero de 2010

La noética o el poder de la mente


¿Lo que realmente está perdido es la capacidad mental humana?


Instalado de nuevo en la vorágine lectora, ayer me acabé el libro "El símbolo perdido", la última entrega de las aventuras de Robert Langdon, el famoso profesor en simbología creado por Dan Brown. No voy a desvelar la trama del libro, para no estropeárselo a mis lectores, pero sí que he de decir que al menos me ha gustado. No es tan trepidante como "El código Da Vinci" pero al menos no es tan fantasioso como "Ángeles y demonios". Es una lectura entretenida que me ha tenido enganchado tres días. No es ningún récord, simplemente hay veces que no puedo dejar de leer, y de hecho estos últimos días he dejado atrás dos momentos "crisis" para seguir adentrándome en las procelosas aguas del símbolo perdido. El que haya leído el libro sabrá por qué lo digo.

El tema central del libro, al menos para mí, una vez que quitas las capas de aventura folletinesca, y crítica encubierta de halago a la religión católica, es el poder de la mente. Desde hace ya unos cuantos años, cuando sembraron en mis pensamientos la idea que los seres humanos apenas usamos un 10% de nuestro potencial mental, el tema me ha atraído. Si todos los avances que se han conseguido, ha sido porque alguien (unos pocos) han podido ir más allá de este 10%, ¿qué es lo que realmente hay al final? En el libro se trata el tema como si fuera una ciencia más, y lo relaciona con los mitos del mundo antiguo. ¿Es cierto que los egipcios y los griegos tenían un saber mucho mayor que el de ahora? No lo sabemos. Quizá algún día lo sepamos. De todas formas, me gusta cómo se expone el tema en el libro. No puedo obviar que todo lo que aparece es ficción, en algunos casos, llevada hasta extremos insospechados, pero en el fondo, en lo más básico de su base creo que hay algo que es intrínsecamente cierto: el poder de la mente. Por ello, quiero recurrir a uno de mis lemas de antaño que últimamente tengo un poco olvidados: "Querer es poder".

Es un poco la sensación que me da cuando pienso en la inmensidad del universo, y la relatividad del tamaño de las cosas... Sí, tengo mucho tiempo para pensar, sólo que a veces eso es bueno.

miércoles, 13 de enero de 2010

Por Haití




Esta mañana, de camino hacia el trabajo he pillado la noticia medio empezada. En algún sitio había habido un terremoto, al parecer devastador, pero el presentador, al hacer referencia a la noticia sin introducirla, no decía donde. He tenido una pequeña sensación de que podía estar pasando algo que recordaremos por tiempo indefinido, como las Torres Gemelas, o el Tsunami del día de Navidad. Posteriormente, el locutor ha confirmado que el terremoto había sido en Haití, un país que desconozco prácticamente en su totalidad, pero que me llama la atención fuertemente. Quizá sea que en mi gusto por la Geografía me parezca tan curioso y a la vez remarcable que una isla de una extensión no excesivamente grande pueda contener dos países tan cercanos y tan distintos: la República Dominicana y Haití - dos lenguas, dos "aparentemente" diferentes estilos de vida. Un paraíso del turismo enfrentado a un país que apenas puede subsistir. ¡Qué grandes contrastes los del continente americano! Una colonia española de larga duración contra el primer país independiente del Caribe. Incluso la República Dominicana se independizó de Haití. ¡Qué interesante es la historia de esos países tan desconocidos para el español de a pie a pesar de que nuestro pasado caminó unido durante siglos!

Con el paso del día se ha confirmado que la tragedia ha sido de primer orden. ¿Qué pensar cuando lees que hay que reconstruir el país más pobre de América prácticamente de los escombros? Se habla de cien mil muertos. Es impresionante, tremendamente impresionante. ¡Ánimo Haití!