El clan del oso cavernario

Daryl Hannah, espectacularmente caracterizada como Ayla

Como sabéis, el verano es para mí una estación de lectura y aburrimiento. Obviando la segunda parte, me centraré en el libro que tengo entre manos ahora. Se llama El clan del oso cavernario y es un clásico del Círculo de Lectores desde el año 1980 cuando se publicó. Lo había visto dando vueltas por ahí durante mucho tiempo, pero fue la vehemente defensa que hizo el Wau de él a principios de año lo que me acabó de animar para leerlo. Fue Sonia la que me hizo de bibliotecaria.

Ha estado unos cuantos meses en casa, pero por fin le he dado la oportunidad. Y sí, me ha enganchado desde la primera página. No lo suficiente para leerlo en 48 horas, pero sí lo justo para disfrutarlo y saborearlo. No he querido visitar la página en wikipedia para saber el final, pero husmeando por ahí, he visto que en 1986 hicieron una película protagonizada por Daryl Hannah. He empezado un poco a verla, pero prefiero acabar el libro antes de seguir viéndola, porque en la película todo sucede muy deprisa, y no quiero que me estropeen ninguna sorpresa.

Como siempre, el libro lo voy leyendo en la playa. Hoy he ido, después de unos cuantos días sin aparecer, y la verdad al mirar en derredor mío parecía que estuviese en el set de producción de El clan del oso cavernario, por la fauna de gente que la habitaba. Debe ser por el Circuit que se está celebrando estos días. De todas formas, sin éxito.

Mi Vaio y yo

Hoy es un día para marcar en rojo en el calendario. Tras muchas idas y venidas, preguntas, búsquedas, presupuestos... por fin Sara tiene su nuevo ordenador portátil para poder jugar a la granja tranquilamente. El proceso ha sido extenso y extenuante, pero después de muchos meses desde que formuló por primera vez su deseo, el ordenador-que-cayo-accidentalmente-de-un-camión-en-marcha ha sido sustituido por uno en condiciones.

Al salir del trabajo nos dirigimos a Diagonal Mar ya que allí encontraríamos tanto la Fnac como Mediamarkt que es lo que necesitábamos para comparar. Tras una experiencia nefasta en la Fnac que incluyó el concurso  de una vendedora petarda, malcarada y estúpida que por ganarse un seguro de 85 euros perdió una venta de casi 1000. Por supuesto que esa vendedora sacó lo peor de mí, como siempre. Pero en el Mediamarkt todo fueron amabilidades y buenas vibraciones y Sara se compró el Sony Vaio, el caramelo de la tienda.

Ahora Sara, ya puedes disfrutar de tu nuevo portátil. ¡Es una pasada!

Semana sin niños

Estamos en la semana sin niños, y aquellos que han conseguido acoplar a los niños con cualquier persona están aprovechando las noches al máximo. Cumpliendo con esta tradicional anual que parece haberse instalado por muchos años a venir, hoy hemos estado cenando en el vasco de Molins de Rey. Poco ha cambiado con respecto al año pasado: el amo sigue siendo igual de borde, el sitio a tope, y los pinchos buenos, pero esta vez pudimos sentarnos en una mesa de ocho, con lo que la conversación pudo fluir alegremente.

Quizá conseguimos el buen sitio por quedar tan pronto. Por la tarde estuvimos en la piscina de Sara aprovechando los rayos de una poco soleada tarde de agosto y haciendo tiempo hasta que a las ocho y media en punto entrábamos en el restaurante. Claro que a las diez ya habíamos terminado. Todo a horario de niños, pero sin estos.

Hoy he hecho de marido sustituto de Eva. Como Charly ha sido la persona encargada de quedarse con los niños en el pueblo, he asumido mis responsabilidades y he acompañado a Eva a todos los eventos de hoy. Salvo este pequeño cambio de guión con respecto al año pasado, todo fue idéntico. Hasta me atrevería a comentar que comí exactamente lo mismo. Incluso Sonia se emborrachó tal y como la otra vez, aunque bueno, parece ser que siempre que va, lo hace.

Acabamos la noche incluso en la misma cafetería del año pasado, aunque esta vez la gente se decantó más por cafés que por cubatas. Y así dimos por finalizada nuestra quedada anual en el vasco. Hasta el verano de 2011!

El fin de semana de las celebraciones

Marcha, marchaaaaaaaa

Es curioso como a veces se juntan los cumpleaños de la gente que conoces. El fin de julio y el principio de agosto es quizá la ocasión más prolífica del año. El día 27, Nuria, el día 30, mi prima Esther, el día 31, Sergio, el día 1, Encarni, y el día 2 alguien al que hace muchos años que no veo y tampoco voy a nombrar ahora.

Este año ha caído en fin de semana, pero como ha coincidido que estoy en Barcelona, no he podido celebrar nada. El año pasado sí que hubo una noche espectacular de piscina, cena y sangría en La Coveta para celebrar el de Esther y Encarni, pero este año no lo hemos podido repetir. A ver si a mitad de agosto, cuando vuelva por Alicante lo podemos organizar.

Felicidades a todos!!!!!!!!!!!!!!!!