viernes, 4 de septiembre de 2009

Declaraciones para la posteridad


En el momento más inesperado te meten una alcachofa en la boca

Anoche, aprovechando la llegada del Wau para asistir al concierto de Coldplay en el Estadi Olímpic, quedamos algunos eurofrikis para cenar y hablar de nuestras cosas. Se notó que hacía tiempo que no nos juntábamos así, porque fue una cena de muchas risas y cotilleos, y fuimos testigos de algunas frases memorables pronunciadas, como no, por nuestro profesor de Lengua Paralela (uuuh!), Víctor.

Destaco dos que produjeron la mejor reacción. La primera, refiriéndose a vete a saber qué, llamo chuministas a aquellos que iban a ser chovinistas. La segunda, fue otra referencia a algo que se me escapa, pero que acabó siendo la vaca kikiriki, y no se refería a la recientemente desaparecida Míriam Makeba. Luego Víctor quiso arreglar un poco la cosa pero ya era tarde, lo habíamos oído unos cuantos.

Luego de acabar la cena regresamos a casa porque hoy era día laborable. Me apresté a irme al sobre con toda diligencia, pero como hacía mucho que el Wau y yo no compartíamos secretitos, confidencias y critiqueos varios, estuvimos dándole a la sin hueso hasta las tres de la mañana. Os podéis imaginar en qué lamentable estado estoy hoy, durmiéndome por las esquinas y con un humor algo irascible. Tanto que creo que he metido un gruñido excesivo a Sara y Eva. :P

El caso es que entre las risas de la noche, me levanté para apuntar una frase que se nos quedó y que quería que quedase para la posteridad. Esto vino a cuento hablando de que a veces es difícil saber reconocer las intenciones de otra persona. Los ritos de apareamiento son difíciles de descifrar para cierta gente. La cita era tal que así:

"Veo que me la has metido hasta la epiglotis, pero... ¡no me quedan claras tus intenciones! Voy a abrir una galletita de la suerte para saberlo. O mejor aún, le pregunto a la choni de GH 7"

Memorable...

jueves, 3 de septiembre de 2009

Belleza turbadora


A veces el fuego es trágica belleza


Si no fuese porque esta foto es la viva imagen de la tragedia, se podría decir que es bella. Aunque últimamente parece que las húmedas primaveras hacen que los veranos no sean tan pródigos en incendios, en Grecia y en California, el fuego arrasa ingentes cantidades de hectáreas que tardarán muchos años en recuperarse. Lo más triste de todo es que a veces sean personas las que provocan estos incendios con motivos espúreos y deleznables, como la codicia.

En Alicante ya no hay apenas incendios... ya queda poco por quemar. :(

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Salander y el mar

Yo también soy de la L.A.S.


Hoy tenía una cita. He quedado por la tarde y nos hemos ido a las Tres Torres, versión choni, para estar bien tranquilos, aprovechando que el mes de septiembre parece haber espantado a toda la chusma. Hemos pasado un rato tranquilos, disfrutando del poco sol, del mar, de la tranquilidad...

He quedado con Salander, con Lisbeth Salander, la protagonista de la saga Millennium. Hoy Sonia me ha traído el tercer y último libro de la saga, que continúa en el intrigantísimo momento en que lo deja la 2a parte. Por supuesto, he dejado de lado el libro de las sultanas para mejor ocasión, y me he concentrado en este. De momento me atrapa y me entran ganas de no parar de leerlo, pero debo dosificarlo bien, ya que éste es el último que Stieg Larsson escribió antes de caer fulminado por un infarto.

He estado leyendo en la playa, en un nuevo huequecito que he encontrado, en el que curiosamente hasta ahora no había reparado, pero es que la playa cada día cambia de forma. Al ritmo de deterioro y erosión que lleva, no quedará nada de la playa después de los temporales de este invierno. Anteriormente no me había fijado, pero del verano pasado a este la playa ha perdido unos 3 metros de zona arenosa, y muchas zonas de asueto cercanas a las rocas ha desaparecido. Hasta hace dos años era posible ir andando entre la playa principal y la secundaria entre los brazos de mar. El año pasado ya era bastante difícil e imposible si había oleaje. Hoy en día, toda esa parte de la playa está sumergida por el mar. De hecho, hay muchas rocas que están saliendo a la superficie despues de años de estar enterradas en el mar - no hay más que ver que están recubiertas de un húmedo musgo verde que se seca a los pocos días. El mar avanza semana a semana y es implacable, hoy me he fijado en que ni siquiera el mini espacio de tranquilidad que había en julio queda en pie. Todo ha desaparecido, todo erosionado... Puede ser que el verano que viene sea el último en el que se pueda estar allí. Incluso la parte de Badalona tiene su futuro pendiente de un hilo, el desnivel entre inicio de la arena y el mar está alcanzando ya los 45º. Supongo que nadie se esforzará por recuperar esa playa, se abandonará a su suerte hasta que se urbanice el entorno de las Tres Torres, y esa playa sólo quedará en el recuerdo de los que llegamos a conocerla.

martes, 1 de septiembre de 2009

La playa desierta

Había tan poca gente en la playa que puede que opte por tomar el sol en la terraza de casa

Hoy me he animado a ir a la playa. Estaba en casa limpiando y leyendo a trozos el libro este de las sultanas y me he dicho, ¿por qué no voy a la playa? Muy en mi estilo, me hice un listado de pros y contras. Entre los contras estaba el tener que quitarse el pijama, salir de una estancia con aire acondicionado, tener que coger el coche, aguantar a los pesados de la playa... Pero las ventajas triunfaron, sobre todo la de mover el coche del garage, que con la llegada del mes de septiembre ya ha vuelto casi todo el mundo, y para mi pesar, el enorme coche que ocupa la plaza contigua a la mía, con lo que los rayajos y la dificultad para salir del coche vuelven a estar a la orden del día.

Estos días estamos teniendo ese tiempo tan típico de Barcelona. Por la mañana, al sol le cuesta arrancar, hay bastantes nubes y el día es triste. A medio día luce un solarro de impresión, todo el mundo parece un pollo de los de Rosa, y los aires acondicionados funcionan a todo ritmo. Por la tarde, cuando uno puede disfrutar de la playa, vuelven las nubes y amenazan tormenta, todo se vuelve gris, pero no descarga ni una sola gota.

En esto estaba hoy pero me he liado la manta a la cabeza y me he vuelto a ir a las Tres Torres, versión choni. Es impresionante el cambio que pega un sitio de un día para otro. Ayer, 31 de agosto (aunque no fui me lo puedo imaginar), la playa a tope, la gente peleándose por un sitio... Hoy, uno de septiembre había sitio por doquier y había un ligero sentimiento de tristeza. Sin embargo es en estos días cuando encuentro la playa enteramente a mi gusto. No soporto cuando tienes que compartir medio metro cuadrado con otras seis personas. ¡Abajo las playas patera! Hoy he tenido todo el sitio del mundo para poner mi toalla, mi mochila, mis bártulos y ponerme a leer tranquilo. Ah, y te puedes meter al agua tranquilamente, no está fría en absoluto.

lunes, 31 de agosto de 2009

Últimas oportunidades

Con el fin del verano se me acaban las oportunidades de vestir sexy
Después de un domingo perro, es hora de volver a la rutina diaria. Hoy me he estado un buen rato limpiando la casa porque este fin de semana tengo visita y la casa tiene que estar impoluta. Que siempre está limpia, ¡eh! Pero hoy debe estar impoluta.

Pues sí, aunque por las noches siga haciendo un bochorno de mil demonios, por la mañana ya es de noche cuando salgo de casa, y esto será un proceso inexorable hasta que a finales de octubre entremos en el terrible horario de invierno que tan poco me gusta. Pero antes, aún quedan varios atardeceres que disfrutar, sobre todo entre el 17 de septiembre y el 10 de octubre. Y días para poder vestir sexy. No puedo decir nada más, jeje.

domingo, 30 de agosto de 2009

Una noche en Sant Sadurní


Feliz cumpleaños Gloria, ¡¡¡con Freixenet!!!

Estoy escribiendo en la noche del domingo y aún me dura el cansancio de anoche. Ayer, Gloria entraba en la temible cifra de los 40 años y para celebrar el evento organizó la madre de todas las fiestas en una cava de Sant Sadurní d'Anoia. Yo nunca había estado en el pueblo, pero hice una buena entrada, jeje.

Allá que nos fuimos al caer la tarde, y me encontré con que el patio del recinto estaba decorado con todo lujo de detalles: las famosas antorchas que deberían haber aluminado la fallida quedada en la playa con Begoña y Jose, velitas de parafina del Ikea, mesas llenas hasta arriba de comida, y por supuesto, ingentes cantidades de cava.

La fiesta transcurrió tranquilamente, con buena música sacada de Spotify (y con su correspondiente publicidad). Creo que es la primera vez que voy a una fiesta animada por Spotify, pero estoy seguro de que no va a ser la última. Así serán las fiestas de la década de 2010. Fuimos alternando la música, entre comercial, retro, hiperretro y eurovision, para intentar deleitar a todo el personal.

Como me llevé el coche, no bebí en toda la noche (de ahí que no tenga resaca, sólo cansancio), salvo el ponche de bienvenida. Como me pasé toda la noche bebiendo refrescos, fui testigo de cómo la gente se iba emborrachando y como iban perdiendo los papeles. Míticas fueron las intervenciones de Carles que a última hora iba ciertamente perjudicado. Ya, ya lo sabemos, cuando Ucrania vuelva a ganar Eurovisión, tu estarás con el chaval este, jajajaja. Veremos, veremos. Víctor también tuvo sus buenos momentazos, como cuando empezó a pedirle a una chica: tienes entradas? La pobre debe estar aún flipando, ya que lo normal es que te pidan tabaco o a lo sumo algo de maría, jaja.

La vuelta a Barcelona, sin incidentes, apenas había nadie por la autopista, claro que ya eran pasadas las cinco de la mañana. Y así fue como transcurrió el cumpleaños de Gloria, una muy divertida noche de final de verano.