Agradecida y emocionada...
Parece mentira, pero ya hace una semana que acabaron los fastos de Eurovision 2010 y que volví a Barcelona. Cierto es que esta semana ha sido bastante rara, se la podría llamar de "entre fiestas" ya que aún no se han apagado los ecos del festival cuando estoy ya preparando las vacaciones sanjuaneras, que empiezan dentro de tres días.
Lo que sí que no se ha apagado es el dolor de la contractura muscular que llevo sufriendo desde el martes. Yo pensaba que la cosa iba mejorando, e incluso había pensado en dejar de tomar la medicación, pero ayer por la tarde me volvió a crujir el cuello y estuve toda la tarde doliente. Menos mal que al final la quedada que había programada se quedó en nada, porque otra vez no podía ni moverme. Hoy ya me encuentro un poco mejor, pero sigo sin estar al 100%.
Aparte de eso me estaba agobiando por todas las lavadoras que me quedaban por hacer, y la ropa que tenía que planchar... así que hoy por fin me he desperezado del letargo en el que estaba sumido y me he tomado las cosas en serio. Gracias a que se ha puesto a llover, no he podido estrenar la temporada de playa, y me ha quedado el día para darle a la casa un meneo.
Quizá os preguntaréis por qué he puedo la foto de Lina Morgan como ilustración de esta entrada y es porque tal era mi aburrimiento ayer que me puse a ver las grandes revistas de Lina por Youtube. Ayer me dio tiempo a ver Vaya par de gemelas y hoy me he cargado Sí al amor. Lo que son las cosas. Al igual que me pasó cuando volví a ver Dartacán, me ha pasado con Lina. Si un día pensé que esos programas eran lo más divertido e ingenioso del mundo, al revisitarlos ahora veo que han envejecido muy mal, y que las gracias de la época no se han traducido nada bien al siglo XXI. No obstante, le reconoceré que de vez en cuando conseguía arrancarme una sonrisa. Así que Lina, aquí va mi pequeño homenaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario