viernes, 4 de septiembre de 2009

Declaraciones para la posteridad


En el momento más inesperado te meten una alcachofa en la boca

Anoche, aprovechando la llegada del Wau para asistir al concierto de Coldplay en el Estadi Olímpic, quedamos algunos eurofrikis para cenar y hablar de nuestras cosas. Se notó que hacía tiempo que no nos juntábamos así, porque fue una cena de muchas risas y cotilleos, y fuimos testigos de algunas frases memorables pronunciadas, como no, por nuestro profesor de Lengua Paralela (uuuh!), Víctor.

Destaco dos que produjeron la mejor reacción. La primera, refiriéndose a vete a saber qué, llamo chuministas a aquellos que iban a ser chovinistas. La segunda, fue otra referencia a algo que se me escapa, pero que acabó siendo la vaca kikiriki, y no se refería a la recientemente desaparecida Míriam Makeba. Luego Víctor quiso arreglar un poco la cosa pero ya era tarde, lo habíamos oído unos cuantos.

Luego de acabar la cena regresamos a casa porque hoy era día laborable. Me apresté a irme al sobre con toda diligencia, pero como hacía mucho que el Wau y yo no compartíamos secretitos, confidencias y critiqueos varios, estuvimos dándole a la sin hueso hasta las tres de la mañana. Os podéis imaginar en qué lamentable estado estoy hoy, durmiéndome por las esquinas y con un humor algo irascible. Tanto que creo que he metido un gruñido excesivo a Sara y Eva. :P

El caso es que entre las risas de la noche, me levanté para apuntar una frase que se nos quedó y que quería que quedase para la posteridad. Esto vino a cuento hablando de que a veces es difícil saber reconocer las intenciones de otra persona. Los ritos de apareamiento son difíciles de descifrar para cierta gente. La cita era tal que así:

"Veo que me la has metido hasta la epiglotis, pero... ¡no me quedan claras tus intenciones! Voy a abrir una galletita de la suerte para saberlo. O mejor aún, le pregunto a la choni de GH 7"

Memorable...

No hay comentarios: