Después de un domingo perro, es hora de volver a la rutina diaria. Hoy me he estado un buen rato limpiando la casa porque este fin de semana tengo visita y la casa tiene que estar impoluta. Que siempre está limpia, ¡eh! Pero hoy debe estar impoluta.
Pues sí, aunque por las noches siga haciendo un bochorno de mil demonios, por la mañana ya es de noche cuando salgo de casa, y esto será un proceso inexorable hasta que a finales de octubre entremos en el terrible horario de invierno que tan poco me gusta. Pero antes, aún quedan varios atardeceres que disfrutar, sobre todo entre el 17 de septiembre y el 10 de octubre. Y días para poder vestir sexy. No puedo decir nada más, jeje.
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