Yo también soy de la L.A.S.
Hoy tenía una cita. He quedado por la tarde y nos hemos ido a las Tres Torres, versión choni, para estar bien tranquilos, aprovechando que el mes de septiembre parece haber espantado a toda la chusma. Hemos pasado un rato tranquilos, disfrutando del poco sol, del mar, de la tranquilidad...
He quedado con Salander, con Lisbeth Salander, la protagonista de la saga Millennium. Hoy Sonia me ha traído el tercer y último libro de la saga, que continúa en el intrigantísimo momento en que lo deja la 2a parte. Por supuesto, he dejado de lado el libro de las sultanas para mejor ocasión, y me he concentrado en este. De momento me atrapa y me entran ganas de no parar de leerlo, pero debo dosificarlo bien, ya que éste es el último que Stieg Larsson escribió antes de caer fulminado por un infarto.
He estado leyendo en la playa, en un nuevo huequecito que he encontrado, en el que curiosamente hasta ahora no había reparado, pero es que la playa cada día cambia de forma. Al ritmo de deterioro y erosión que lleva, no quedará nada de la playa después de los temporales de este invierno. Anteriormente no me había fijado, pero del verano pasado a este la playa ha perdido unos 3 metros de zona arenosa, y muchas zonas de asueto cercanas a las rocas ha desaparecido. Hasta hace dos años era posible ir andando entre la playa principal y la secundaria entre los brazos de mar. El año pasado ya era bastante difícil e imposible si había oleaje. Hoy en día, toda esa parte de la playa está sumergida por el mar. De hecho, hay muchas rocas que están saliendo a la superficie despues de años de estar enterradas en el mar - no hay más que ver que están recubiertas de un húmedo musgo verde que se seca a los pocos días. El mar avanza semana a semana y es implacable, hoy me he fijado en que ni siquiera el mini espacio de tranquilidad que había en julio queda en pie. Todo ha desaparecido, todo erosionado... Puede ser que el verano que viene sea el último en el que se pueda estar allí. Incluso la parte de Badalona tiene su futuro pendiente de un hilo, el desnivel entre inicio de la arena y el mar está alcanzando ya los 45º. Supongo que nadie se esforzará por recuperar esa playa, se abandonará a su suerte hasta que se urbanice el entorno de las Tres Torres, y esa playa sólo quedará en el recuerdo de los que llegamos a conocerla.
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