sábado, 5 de diciembre de 2009

Szechenyi


Imagináos esto, pero con nieve cayendo sobre las piscinas


Escribo esta entrada desde mi minúscula habitación del Easyjet hotel de Budapest. Algunos os preguntaréis qué hago en Hungría... Pues pasar el puente de la Constitución-Purísima fuera de España por primera vez en muchos años (desde 2004 que lo pasé en Suiza, más concretamente).

Hoy he tenido mi primer contacto con la ciudad. A pesar del frío imperante, me ha cautivado la mezcla de ciudad austrohúngara con toques soviéticos. Es como si los kekos victorianos se hubiesen pasado al lado equivocado del telón de acero.

De todas maneras, la EXPERIENCIA de este viaje probablemente haya sido la visita a los baños termales de Szechenyi. Nos ha costado un poco llegar, pero qué maravilla. Tres piscinas al aire libre, con gélidas temperaturas afuera y un agua caliente que invitaba a permanecer dentro. Es toda una vivencia el estar bañándote entre las volutas de vapor, cuando afuera hace un frío tremendo. El complejo de Szechenyi tiene otras instalaciones más habituales a un spa, pero a por lo que todos los turistas van es a por las piscinas exteriores.

Debo destacar también la piscina redonda que de tanto en tanto se convertía en un río bravo con una fuerte corriente que arrastraba a todo aquél que osara entrar. Un momento muy divertido, el cual, salvando las distancias, me ha recordado a aquellos momentos en la "olla" donde todo el mundo se ponía morado a tocar todo lo que pasara por delante... Yo ya me explico, jeje.

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