Podré ponerme de nuevo mis camisetas de reciente adquisición
¿Realmente nos acercamos al fin del mundo que preveían los Mayas? Lo digo porque justo cuando el invierno estaba empezando a dar sus primeros coletazos de frío, y yo me había resfriado por ir con menos ropa de la necesaria, hemos dado un salto hacia atrás y volvemos a pasar calor. El veranillo de San Martín con toda su fuerza. Espero no haberme equivocado de santo como cuando las cruces de San Andrés, pero es que en esto del santerío no estoy muy puesto. Incluso yo, que soy detractor de los ropajes, ya había sacado la ropa de manga larga. Y hete aquí que estoy pasando calor todos los días, así que de momento aunque sigo sin abrir las ventanas, sí que he recuperado mi ropa de verano para dormir.
El caso es que como esto siga así, podré volver a sacar mis camisetas desbocadas que tanto me gustan para los meses cálidos. Si por mi fuera, dejaría la temperatura que ha habido en octubre pero durante todo el año. Claro, ahora dirán algunos que es porque tengo el alma tropical. Y qué, odio la nieve y el frío, por ello odio Suecia y me gusta el Caribe.
Algunos agoreros dicen que esto es el cambio climático y demás, pero parece que ya no se acuerdan que el año pasado tuvimos un invierno como los de antes, que se instaló en octubre y no se fue hasta el mes de mayo. Que nos hizo tiritar todas y cada una de las noches de diciembre a marzo y me hizo pensar en rescatar del olvido las bolsas de agua caliente. Sinceramente, espero que este año eso no se repita, y podamos vivir un invierno primaveral. ¡¡¡Aún hay esperanza para las Tres Torres!!!
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