Finalmente no ha sucedido, pero ayer por la tarde, me imaginaba un titular en los periódicos de hoy tal que así:
"Consumidora enajenada ataca a chino por no tener medias verdes para rana de un año"
¿A que parece surrealista? Pues no, podría haber sido perfectamente María José si su búsqueda de medias verdes para disfrazar a María hubiese sido infructuosa. Pero la sangre no llegó al río, y la niña se podrá disfrazar como corresponde.
Una vez cumplido el objetivo de vestuario, sus padres se dirigieron a Molins de Rei para hacer un sopar de germanor con "la gente del trabajo" en el Traska Truska, que a pesar de su extraño nombre, es un restaurante vasco de tapeo. Lo pasamos bien, cenamos bastante y por fin vimos a Sonia en tu famoso estado de "borracha total". Cierto es que con sólo un vaso y medio de txacolí ya alcanzó un estado de perturbación notable. La cena discurrió entre risas y comida, ¡y bastante calor!
La velada acabó pronto, y a pesar de que camino de mi casa me encontré con un cartel en la ronda que anunciaba retenciones a 1 km (cerca del estadio del Español - recordemos que eran pasadas las 11 de la noche), llegué a casa sin mayores contratiempos. Creo que es un sitio que recomendaré y querré volver a ir, pero sin dudarlo, a una hora más temprana, para poder sentarse en una mesa como es debido.
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