martes, 6 de diciembre de 2016

Pensamientos

Aunque el tiempo pase, del blog no me olvido. Nadie lo diría, ¿verdad? Hace casi cuatro años que no publico nada, pero como siempre que se acerca el final del año y el principio del año siguiente, mis resoluciones de año nuevo me dicen que tengo que reavivarlo de nuevo. Y esta vez lo pienso hacer.

¿Qué ha cambiado? Mis límites. Hace poco me dijeron que tenía que poner mis propios límites, que nadie los pondría por mí. Y es, probablemente, uno de los mejores consejos que me han dado últimamente. A partir de ahora, tengo la necesidad de que debo controlar de nuevo mi vida. Que debo potenciar los aspectos positivos de la misma - mi pareja, mi familia, mi casa, mis amigos- y dejar de lado los negativos o intentar modificar o influir en ellos para que me reporten felicidad.

Debo recuperar lo que me apasiona y lo que me motiva. Debo encontrar de nuevo mi rumbo, después de varios años perdido en lo que a cumplimiento de satisfacciones personales se refiere.

No sé si conseguiré recuperar el ritmo que el blog tenía allá por 2008 y 2009 cuando publicaba con mucha asiduidad, pero al menos lo intentaré.

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