Aquí os contaré cosas que me vayan pasando, mis pensamientos, mis vivencias... yo, en definitiva.
jueves, 17 de enero de 2013
La batería
Llevo un par de días en un carrusel de emociones. ¿Se me estará agravando mi problema de bipolaridad? Tanto ayer como hoy he vivido una montaña rusa de sentimientos. Hay ratos en los que me siento a tope y con una fuerza tremenda, sobre todo cuando he conseguido terminar alguna tarea que tenía pendiente, o he conseguido afrontar algún momento delicado. Pero justo en el momento siguiente, me enredo en una espiral descendente, volviendo a antiguas paranoias, y me quedo atrapado en cosas que ya no me pertenecen pero vuelven una y otra vez. Aunque debo decir que ahora cuento con un refugio que siempre me acoge y que hace que me sienta bien, que me reconduce cuando me desvío y que a veces me lía más, pero sobretodo me acompaña en el camino que he emprendido en la vida, y eso, como diría el conocido anuncio, no tiene precio.
En un momento de lucidez, he pasado por el Mediamarkt y he encontrado la batería para el móvil de Àngel. Y en un momento matrimonio consolidado se la he comprado como regalo añadido al de Reyes. Es lo que tiene. Ya que no he conseguido encontrar el aparato que convierte el sonido del Ipod en ondas radiofónicas, al menos he encontrado algo útil a la par que necesario.
A ver si consigo encontrar una batería adaptada a mí, que me permita estar siempre en lo alto y afrontar los tiempos difíciles que se avecinan. A veces tengo la fuerza suficiente para enfrentar por ejemplo una presentación en público, y a veces unos estúpidos profit centers destapan la caja de los truenos. Supongo que es la consecuencia de tener los sentimientos a flor de piel.
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