La turba que intentaba alojarse en el SAS Radisson fue desalojada por los anti-avalots
Parece que no tengo derecho a preparar un viaje a Eurovisión de forma tranquila. Si en 2006 la tensión provino de la distribución de habitaciones, en 2007 la tensión se trasladó a la posibilidad de quedarse sin entrada. En 2008 y 2009 descansé de festival, pero aunque me las prometía muy felices en 2010, está visto que una preparación de euroviaje no es tal si no viene aderezada con múltiples problemas.
Este año el problema está en que no hay habitaciones disponibles en Oslo para las noches del 28 y 29 de mayo, es decir, las noches centrales del festival nos verán dormir bajo un puente, si las circunstancias siguen por estos derroteros. A mitad de semana hubo una falsa alarma, y cuando pensábamos que ya teníamos resuelto el problema de alojamiento nos confirmaron que en el fondo, no teníamos nada. No sé por qué, pero tenía la sensación de que era prácticamente imposible que por 24 euros la noche durmiésemos en Oslo. Pues no va a ser. Estos días han sido una locura de emails, reservas, preguntas y decepciones, pero de momento, sólo sé que podremos dormir en Oslo hasta la mañana del 28 de mayo. Luego, no se sabe. Si ya de por sí, la capital noruega es cara, si le añadimos que sólo hay 50 hoteles para acoger la avalancha de turistas que van al festival... es poco menos que misión imposible el tener alojamiento. El caos se ha apoderado de las reservas hoteleras. ¡Es el advenimiento del SCHLAGERKAOS en Oslo!
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