Algarabía generalizada entre los seguidores del festival ante la defenestración de la mamarracha
Sucedió anoche a eso de las ocho. Lo que mucha gente llevaba varios días clamando se hizo realidad. Apenas tres días después de empezar las votaciones para elegir a los diez candidatos para la final nacional española para Eurovision 2010, Popstar Queen, alias de la impresentable Karmele Marchante fue descalificada por el ente público. La que ya se veía como representante española en Oslo ha acabado siendo arrastrada por su propio tsunami y por la gigantesca ola de críticas que ha recibido.
Han sido sólo tres días, pero la magnitud de la polémica ha hecho que las noticias relacionadas con el auge y la rápida caída de Popstar Queen hayan sido las más leídas estos días. Yo pensaba que TVE aguantaría el tirón hasta la llegada de la gala, para asegurarse unos niveles de audiencia más que aceptables. Pero hete aquí que el tsunami sólo ha durado tres días. Las caras largas ayer en Sálvame podían dejar intuir que las cosas no iban todo lo bien que parecía.
No sé cual habrá sido la causa verdadera para la eliminación de la canción, ya que parecía claro que incumplía varias normas desde el primer momento en que salió, pero quiero creer que el masivo rechazo de eurofans y (lo más decisivo) no eurofans, ante el despropósito de llevarla al certamen europeo ha sido la clave de que la apearan de la carrera eurovisiva tan pronto. No dejaban de ser curiosos los titulares de la web de la cadena amiga esta mañana. Poco menos que un drama nacional. Aunque, por mucho que no se lo puedan creer, muchos hemos respirado aliviados.
Ayer también hubo varios descalificados más, aunque no de este perfil, y parece ser que aún más están por venir, sobretodo porque los antisistema antieurovisivos ya han elegido nuevos intérpretes a los que alzar a las alturas del top10 para meterlos en la gala. Aunque ninguno parece tan peligroso como la extinta Popstar Queen, que hoy, no llega ni a princesa.