lunes, 27 de agosto de 2012

Lufanta



Me hubiese gustado venir en Blanes Airways, pero no encontré pasaje, así que me tuve que conformar con viajar en los asientos ultra slim de Lufanta, que no están mal todo hay que decirlo. De hecho, me sorprendió gratamente ya que a pesar de que el vuelo a Düsseldorf no llega a las dos horas, sirven un refrigerio, en mi caso una pizza ratatouille, y bebida a discreción. De hecho, iba sentado con dos tronkitas que se bebieron medio mini bar sin tener que pagar por ello. Todo sin alcohol por supuesto.

Así que de nuevo aquí estamos, volviendo al aeropuerto donde empezó mi aventura profesional en serio. Esta vez, aunque había reservado un Golf, que no está nada mal, me dieron un Qashqai+2, que sinceramente es demasiado grande para mis dotes conductrices y ya lo he subido a un par de bordillos aunque no le he hecho nada. Eso sí, ya me he convencido de que es un coche demasiado grande para mí, que no sé calcular las distancias.

Esta semana me he vuelto a alojar en el Barceló de Colonia. Me encanta alojarme en hoteles españoles, supongo que es por la falsa sensación de que es como estar en casa, aunque es un gustazo que los empleados te hablen en español, lo que refuerza esa sensación. Y tienen TVE, aunque por ahora estoy entretenido en ver Rebelde Way. Sí, lo confieso, estoy volviendo a verla. Desde el principio. Estoy enganchadísimo. Ya no me acordaba qué era lo que me había enganchado de esa serie para que me gustara tanto; de hecho pensaba que era una paranoia de juventud, pero no, la serie me ha vuelto a atrapar. De hecho en apenas unos días he llegado hasta el capítulo 26, y anoche estaba tan enganchado que estuve viendo el capítulo en el móvil. Es la primera vez que uso el aifon para ver algo que no sea vídeos caseros.

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