Esta tarde tenía cita en la peluquería "La Gala" para cortarme el pelo de cara a las inminentes vacaciones de Fogueres. Quizá debería decir el salon de coiffure, por esto de la nacionalidad de La Gala. El caso es que su estilista Marc Yves me recibió en el salón VIP, y no sólo me cortó el pelo sino que también me ofreció música variada de origen francés, y además me dio de cenar. Así da gusto ir a cortarse el pelo.
Cuando era pequeño siempre montaba un drama a la hora de ir a cortarme el pelo, y de hecho tenían que prometerme que me comprarían algo para que yo accediese a quedarme quieto. Pero claro, esa era la época en que iba a la peluquería del barrio de Carolinas. Ahora que frecuento salones glamourosos y estilistas de renombre, la experiencia es mucho más placentera.
Me llevé a mi nueva ama de llaves conmigo para que Marc Yves le hiciera un arreglillo también. Ahora que está a mi cargo debo cuidar de estos aspectos también.
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