Con la llegada del otoño es inevitable pensar en que entramos en la época del Concurso Artístico de les Fogueres de Sant Joan. Vamos, los playbacks de toda la vida. Estamos ya en la 21a edición del concurso, y nuevamente la gente se vuelve loca por el baile, los trajes, el maquillaje, y en general todo el artisteo que le gusta tanto a los alicantinos y que tan raro resulta ver en otros sitios como en Barcelona. Aquí no se estila nada eso de que la gente se ponga a bailar y a cantar en público y se ensaye después del trabajo.
El caso es que nuevamente estamos en las eliminatorias, y aún deseando mucha suerte a todas, en especial le desearé lo mejor a Doctor Bergez Carolinas, que este año participan en infantiles y adultos. En infantiles lo hacen el día 30 de noviembre (orden de actuación 23 sobre 25 números) y en adultos lo hacen el día 23 de noviembre (orden de actuación 14 sobre 19 números). ¡Cómo ha cambiado el concurso artístico! Con la de números que habían antes, y ahora tan sólo 19 en categoría adulta. La verdad es que no pasar a la final con tan poca competición es un crimen.
Echando la mirada atrás, recuerdo mi primera participación, en 1992 (nunca salí con los infantiles), participando doblemente en la 5a edición y consiguiendo hacer bolos con aquel número tan indescriptible del tractor amarillo. Resumiendo mi participación:
1992 - Tractor Amarillo & La Calesera
1995 - Hair (quién no ha hecho Hair alguna vez en su vida)
1997 - Minn Hinsti Dans
1998 - Together again & una de Marcela Morelo que no recuerdo
2000 - Oops, I did it again
2001 - Forever is not long enough
En 1993 se hizo el número de Cabaret, en el que no tenía sitio; en 1994 no llegamos a ningún acuerdo sobre Jesucristo Superstar; en 1996 ciertamente no recuerdo, y en 1999 afortunadamente me perdí el número de La máscara que no me apetecía nada. El número de la momia fue mi última participación en este divertido concurso, pero sólo por el momento. Algún día volveré a salir al escenario dispuesto a llevarme el premio, que hasta ahora se ha mostrado un poco esquivo.
En 1993 se hizo el número de Cabaret, en el que no tenía sitio; en 1994 no llegamos a ningún acuerdo sobre Jesucristo Superstar; en 1996 ciertamente no recuerdo, y en 1999 afortunadamente me perdí el número de La máscara que no me apetecía nada. El número de la momia fue mi última participación en este divertido concurso, pero sólo por el momento. Algún día volveré a salir al escenario dispuesto a llevarme el premio, que hasta ahora se ha mostrado un poco esquivo.
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