Este fin de semana he estado en Alicante, y muy a mi pesar, ha estado marcado por la lluvia. Esto del cambio climático parece que nos ha dado una tregua este invierno, ya que parece uno como los de antes, como los inviernos de los años 80, cuando era habitual tener que sacar las botas de agua y la bolsa de agua caliente. Bueno, esto último no mucho, ya que el frío no es que sea intenso, pero sí que se nota el aumento de la frecuencia de las lluvias. Parece que las restricciones que sufrimos a principios de 2008 quedan más lejanas de lo que están en realidad.
Los vuelos bien, incluso en el de vuelta a BCN vine acompañado por mi prima, que sigue su periplo educativo, ahora de vuelta en Baleares. Es curioso, pero cuando coges un vuelo de fin de semana, te ves a la misma gente en el último vuelo del viernes, y el último del domingo. A veces hay gente interesante y todo, como esta vez. Tengo que fijar en mi mente la cara de la persona en cuestión para no olvidarme, que soy muy malo para recordar caras, incluso esa, que cumplía todos mis requisitos habituales.
El sábado por la noche estuvimos cenando en el Mediterrani, donde la comida no era mala, pero el servicio pésimo. Mira que no querían ponernos dos pinchitos extra, cuando la plancha seguía a todo rendimiento... Luego intentamos ir a Byblos, pero llegamos una hora antes de que abrieran. Desastroso. Acabamos la noche en una mesa de Los 90's. Al dirigirnos hacia el parking, nos asaltó un agüelo que le propuso a Ana que si quería conocer su colita de cerca. Realmente me parece sorprendente que se atreviese a hacerlo estando yo delante. ¡¡¡Que ya ni me respetan!!! Claro, lo que no sé si se esperaba es que yo sacase mi mala leche y quisiera pegarle. Salió corriendo, por supuesto, por si acaso se me iba la mano.
El domingo fuimos a comer a Torrellano, para no perder la costumbre, a pesar de que no dejó de llover en todo el día. Quizá fue eso lo que le impidió al Sirusho Athletic conseguir una mejor posición en la primera jornada de liga en el Olimpic Stadium de Madrid. De momento ocupo la 9º posición de 16 clubs, lo cual dista mucho de mis expectativas, que era entrar en el top 5 al menos; ya ni siquiera disputar el ascenso. Por la noche vuelo a casa, y como íbamos cargados, cogimos un taxi, pero para nuestra desgracia, nos tocó un pesado que sólo quería hablar sobre tonterías. Y con el dolor de cabeza que iba arrastrando...
Esto es todo lo que dio de sí el fin de semana. Bueno, aún queda algo más, la idea de disfraz para el Sábado Ramblero 2009, pero de momento lo mantendremos en secreto.
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