martes, 4 de noviembre de 2008

Chico de instituto

Amy Winehouse, cuando todavía no se había convertido en un espantajo andante

Ayer comencé las clases del CAP de Economía. Durante mucho tiempo había tenido rondando por la cabeza la posibilidad de dedicarme a la docencia profesionalmente. Quizá porque desde pequeño me ha atraído ese mundo. Recuerdo los días en que martirizaba a mi abuela y a Consuelo con la pizarra del horno, haciéndoles repetir las clases que había aprendido en preescolar. Luego recuerdo la época del Colegio de España, que fue muy buena.

La idea de hacer el CAP estaba ahí, pero por a o por b no me decidía a hacerlo. Este año, quizá empujado por los insistentes rumores de que este sería (ahora sí) el último año que hubiese CAP, me lancé a la piscina. Aunque inicialmente me quedé sin plaza, én el último momento la conseguí. Y así, ayer a las 18h empezaba una nueva etapa en mi vida.

El curso no tiene mala pinta; la gente con la que hablé ayer parece agradable. De momento lo que está más en el aire es la parte práctica, porque todavía no tengo instituto asignado, ni sé las fechas ni el tiempo que necesitaré para realizarla. De momento tuve suerte al tener dos institutos cerca de casa y uno cerca del trabajo. Ya veremos en qué queda la cosa, pero de momento no adelanto nada para que no se chafe.

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