Hay gente que no celebra nada, ni siquiera su santo. Pero a mí me gustan las celebraciones. Como diría la inefable Innata, a mí me encanta bailar. El caso es que celebro dos santos; alguna ventaja tendría que tener el cargar con dos nombres: el 1 de enero y el 19 de marzo, o para respetar el orden de mi nombre es 19 de marzo y 1 de enero. Para no ser menos, también tengo dos cumpleaños: el de verdad, y el de verano: 17 de diciembre y 22 de julio. La historia que generó el cumpleaños de verdad es muy larga y no la voy a contar ahora, quizá en otro momento en el que la sensiblería y los recuerdos me ataquen. Pero ya hace 19 años que vengo celebrando el cumpleaños de verano. Por lo general, lo celebro yo solo comprándome alguna cosilla. Aunque el año pasado creo que fue, me fui de cena con Víctor, que su cumple de verano es por estas fechas también.
Así que... ¡feliz cumpleaños de verano 2008!
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